lunes, 29 de marzo de 2010

Retorcido

Hoy mi perrita ha entrado muy contenta a trabajar. He entrado a su sala, y hemos hablado de cosas triviales. Cuando ya no quedaba más conversación referente al tiempo, al trabajo o al fin de semana, me he acercado a su oído y le he dicho:
-Te vas a ir al baño, te vas a retorcer las bragas por el coño y no te las vas a sacar hasta que yo te lo diga.
Ella me ha mirado, ha sonreído, ha puesto cara de que no se lo podía creer y se ha levantado inmediatamente del asiento, desapareciendo por la puerta.
Al rato la he visto. Muy sonriente. No podía parar de moverse de un lado a otro. Muy sonriente, como ya digo.

Un poco después he entrado a su sala otra vez. No parecía que fuera a entrar nadie en un rato. me he puesto a su lado, de pie, y le he acariciado la cara. Al acercar un dedo a su boca, ella se lo ha metido a la boca y lo ha lamido, cerrando los ojos. Por el movimiento de sus piernas estaba claro que estaba muy excitada.

Me ha preguntado que cuándo me iba. le he dicho que todavía me quedaban dos horas. Me ha dicho que era mucho, que no quería que las braguitas le irritaran una zona "tan sensible". Le he dicho que hasta que no me fuera, las braguitas seguían como estaban. Me ha confesado que esperaba no llegar a manchar el pantalón de tan mojada como se encontraba.

A la hora de irme, le he dado un mordisquito en el hombro. Me ha dicho por Messenger que esperaba un beso, y que el pequeño dolor le ha gustado mucho.

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