miércoles, 31 de marzo de 2010

Blusa de pija

Antes de entrar al trabajo, le he mandado un sms pidiéndole que se pusiera una determinada blusa, tacones altos y que no llevara sujetador.

Esa blusa se la hice comprar yo. Es lo que ella llama "una blusa de pija". Blanca, de algodón, y con un aspecto un tanto formal, aunque tenga un escote casi a la altura de sus tetas. Así que, por un lado no va para nada con su forma de vestir, y por el otro teme que se le vean las tetas. Por no hablar del hecho de que cada dos por tres, los pezones se le ponen erectos, y eso se nota. Y mucho.

Cuando ha llegado a mi sala, me ha gustado mucho comprobar que me había obedecido en todo. Sólo que venía tapada por una chaqueta fina, así que le he dicho con un poco de seriedad que se la quitara, que quería mirarla. A lo mejor son imaginaciones mías, pero su cara ha reflejado primero rubor por la brusquedad de mis palabras, luego incredulidad hacia sus propios actos (m. siempre ha sido una chica muy insumisa y con mucho carácter) y al final aceptación hacia mi orden. He aprovechado para jugar un poco con uno de sus pezones mientras hablábamos. Se le ponen tan erectos...

Luego no la he visto casi en toda la tarde. No a solas. Aún así, el día me ha dejado buen sabor de boca. Esoy muy contento con mi perrita.

lunes, 29 de marzo de 2010

Retorcido

Hoy mi perrita ha entrado muy contenta a trabajar. He entrado a su sala, y hemos hablado de cosas triviales. Cuando ya no quedaba más conversación referente al tiempo, al trabajo o al fin de semana, me he acercado a su oído y le he dicho:
-Te vas a ir al baño, te vas a retorcer las bragas por el coño y no te las vas a sacar hasta que yo te lo diga.
Ella me ha mirado, ha sonreído, ha puesto cara de que no se lo podía creer y se ha levantado inmediatamente del asiento, desapareciendo por la puerta.
Al rato la he visto. Muy sonriente. No podía parar de moverse de un lado a otro. Muy sonriente, como ya digo.

Un poco después he entrado a su sala otra vez. No parecía que fuera a entrar nadie en un rato. me he puesto a su lado, de pie, y le he acariciado la cara. Al acercar un dedo a su boca, ella se lo ha metido a la boca y lo ha lamido, cerrando los ojos. Por el movimiento de sus piernas estaba claro que estaba muy excitada.

Me ha preguntado que cuándo me iba. le he dicho que todavía me quedaban dos horas. Me ha dicho que era mucho, que no quería que las braguitas le irritaran una zona "tan sensible". Le he dicho que hasta que no me fuera, las braguitas seguían como estaban. Me ha confesado que esperaba no llegar a manchar el pantalón de tan mojada como se encontraba.

A la hora de irme, le he dado un mordisquito en el hombro. Me ha dicho por Messenger que esperaba un beso, y que el pequeño dolor le ha gustado mucho.