lunes, 14 de junio de 2010

Esencia

De sobra sé lo que a mi perrita le gusta impregnarse con mi olor. Con el olor de mi sexo. Dice que le vuelve loca, horas después de haberle restregado por la cara mi polla húmeda por su saliva, seguir sintiendo mi olor a su alrededor.

Hoy, en el trabajo, he querido hacerle un modesto regalo. Me he colocado detrás de ella, me he metido silenciosamente la mano por debajo del pantalón y los calzoncillos, y la he impregnado con el olor de mi sexo.

He sacado mi mano y se la he dado a oler. Inmediatamente, ella ha cerrado los ojos, ha dejado lo que estaba haciendo y, silenciosa y tranquilamente, se ha dedicado a olfatear mis dedos y a lamerlos suavemente.

Más tarde, en un sms, me ha escrito cómo le gustaba que la marcara con mi esencia.

Otro día tengo que hablaros de la esencia de mi perrita.

martes, 8 de junio de 2010

Regalo


He de decir que he estado muy muy liado. Que todo entre mi perrita y yo se solucionó a las dos semanas y que en estos momentos nos encontramos en una situación todavía mejor que antes de dejarlo.
Hemos podido quedar a solas más veces que nunca, nuestros encuentros han sido más intensos que nunca, y nuestra relación en el trabajo es más intensa que nunca.
Mi perrita me ha declarado en varias ocasiones lo segura que se siente, lo confiada, y lo agradecida por ser dominada por mí.
Y yo, como siempre que se abre así a mí, siempre me preguntaré qué he hecho para tener la inmensa suerte de recibir este regalo de una persona. Ser complacido, que adivine mis pensamientos, que no se plantee lo raro que es todo esto, sino que lo disfrute como una nueva y enriquecedora manera de plantearse su existencia.


Estoy muy contento con mi perrita buena.